Toda la familia estaba pendiente de la tarta y tuve muchos problemas a la hora de hacerla. Para empezar no dispuse del tiempo suficiente, hacía mucha calor, no me encontraba muy bien y por si fuera poco, la tarta se tendría que desplazar una hora y media en coche. Así es, mi hermana Elena nos invitó a todos a su nueva casa en Sitges.
Bueno, vamos al grano, la tarta estaba rellena de queso y mermelada de arándanos silvestres, ¡¡¡¡buenísima!!!! Esta vez horneé dos bizcochos: el redondo y uno rectangular plano para poder hacer la silueta de la caravana y nuestra primera tienda de campaña, una linda canadiense azul. Mis padres, como no, los bañistas que están en la piscina disfrutando de estos últimos cuarenta años.
¡¡¡FELICIDADES PAPIS!!!
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